Por Caitlin Mendenhall / 13 de Agosto 2019

La Licenciada María Elicia Sánchez Asicona es una de las únicas profesoras oficiales de matemática y física en su comunidad. Hace ocho años, en su último año de diversificado, Elicia empezó a pensar en su futuro. No conocía muchos que habían ido a la universidad, así que no lo había pensado como una opción para ella. “¿Será que podría ser una de estas personas que va a la universidad?” pensó. “¿Será que soy capaz? Y si me aceptan en el programa, ¿qué estudiaría?”. Siempre le había gustado las matemáticas pero no conocía mucho sobre las diferentes opciones de carreras en la universidad y no habían muchas personas con experiencia a quién ella podía preguntar. “No sabía si se podía estudiar matemáticas. Nadie lo había hecho nunca en mi comunidad, de lo que sabía, mucho menos una mujer,” comenta Elicia.

En el pueblo de Chajul, Guatemala, retirada en las altas montañas del Departamento de Quiché, señales del conflicto armado de 36 años están todavía evidente en muchas maneras, incluso en el sistema educativo. Los niveles de graduación a nivel diversificado todavía están asombrosamente bajos en casi todo el país, y la mayoría de los maestros sólo se han graduado de bachillerato. Los que sí han asistido a la universidad, normalmente sólo se gradúan como licenciados a nivel general. Elicia se dió cuenta de que a la mayoría de sus compañeros de clase no les gustaban las matemáticas posiblemente porque ninguno de sus maestros se habían especializado en matemática. Decidió ser una de las primeras para demostrar que la matemática puede ser fácil (y hasta divertido!) y no es sólo para los hombres. ¡Tal vez podría inspirar a futuras generaciones y a más chicas a estudiar matemáticas en la universidad también!

Elicia ha estado enseñando matemática y física en el Instituto Básico Jornada Nocturna de Chajul por los últimos cinco años. Es una de las primeras dos maestras de matemática en Chajul que tiene su licenciatura en matemática y física. Además, como proyecto especial, Elicia organizó la primera feria de ciencias con sus estudiantes. Hoy en día, Elicia está conocida y respetada en toda la comunidad. Se siente bien sabiendo que si decide que es tiempo para un cambio le esperan muchas otras oportunidades en su comunidad.

Elicia empezó con Filantropis en 2012 como uno de los primeros cinco becarios de la nueva organización. Filantropis le sorprendió porque ofrecía apoyo más holístico para una etapa nueva en la universidad. Además que la beca cubría la inscripción y las cuotas mensuales de sus estudios, también recibió apoyo personal, desarrollo profesional, y muchas oportunidades para atender a talleres y capacitaciones. Entre otras cosas, Elicia ha aprendido de Filantropis cómo manejar bien su tiempo, una habilidad que le ha servido bien con dos trabajos y muchas otras obligaciones para balancear. “Es algo que le dificultaba a mis compañeros en la universidad,” Elicia nota. Siempre intento extender lo aprendido con mi familia, para agradecerles por siempre apoyarme. Anima a sus hermanos y hermanas a manejar bien su tiempo. Uno de los hermanos menores de Elicia entró como becario de Filantropis en 2018, pero le ha dificultado el compromiso de tiempo que Filantropis requiere. Ha contemplado salir del programa, pero él prosigue gracias a la ayuda de su hermana mayor con el manejo de su tiempo.

Además de dar clases, Elicia también trabaja en Filantropis como la Responsable Administrativa y Financiera. Los otros administradores de Filantropis son becarios actuales o graduados también. Dice que la gente siempre se sorprende cuando entra a la oficina y ve pura gente jóven operando la organización. “Siempre preguntan, ‘¿Dónde está el encargado o la persona quien me puede atender?’ (buscando una persona mayor o un extranjero) y cuando decimos ‘Si somos nosotros, ¿cómo podemos ayudar?’ y ven que sí sabemos las respuestas a sus preguntas, se dan cuenta de que los jóvenes son mucho más capaz de lo que la comunidad cree.” 

Filantropis intenta cultivar el espíritu de un agente de cambio en cada uno de sus becarios. El ‘Agente de Cambio’ es uno de los pedazos más importantes de Filantropis y sus becarios. Ser un agente de cambio significa no estar contento con lo que existe y acomodarse. Siempre es tratar de hacer algo diferente e inspirar a otros para pensar de manera diferente y buscar nuevos retos. Filantropis trata de contribuir al forma de pensamiento crítico de los jóvenes y motivarlos a difundir los aprendizajes hacia la comunidad para tener un impacto mayor. Según Elicia, “Filantropis ha cambiado la mente de los jóvenes. Ya no se tienen que conformar con lo que tienen, sino que tienen que hacer más de lo que ya está.” 

Elicia está feliz que la inversión en el programa de Becas Universitarias de Filantropis ha cambiado no sólo su carrera profesional y su persona para una vida mejor, también ha impactado indirectamente a sus estudiantes, su familia y su comunidad. “Filantropis ha sido algo muy grande en mi vida. Siento que estoy inspirando a mis alumnos y especialmente a las chicas a considerar ir a la universidad y estudiar matemáticas y estoy mostrando a los jóvenes de mi comunidad que todo es posible si nos esforzamos.” Sabe que la comunidad ve Filantropis como un programa riguroso y esto puede intimidar a la gente para que no apliquen a una oportunidad de beca, pero mantiene que vale la pena involucrarse para poder convertirse en alguien que la comunidad respeta y quien pueda cambiar las mentes y los corazones de otros. Elicia nota con orgullo, “Las personas admiran el trabajo que hacemos en Filantropis y los beneficios que se han recibido las familias de los Becarios ha sido significativo. Además, somos jóvenes los que estamos trabajando en Filantropis y somos ejemplares para la comunidad.” 

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