Escrito por Caitlin Mendenhall.
“Me voy a tirar al agua y allí voy a aprender a nadar.” Este es el estilo de vida de Otoniel Gerson Caba Laynez. Cuando se unió con otros dos emprendedores de Filantropis que soñaban en traer Internet a Chajul en 2015, no tenía mucha experiencia práctica, ¡pero aprendió a nadar! En cuatro años cortos, la empresa ha progresado desde la instalación de los primeros aparatos, hasta la instalación de su tercera torre de distribución. Otoniel ha crecido de una simple interés en tecnología hasta ser el técnico principal del negocio. El pueblo que antes tenía que aguantar datos limitados y caros que siempre se tenía que recargar y no aguantaba mucha actividad, ahora disfruta de Internet ilimitado y rápido en casi todas las asociaciones y muchos hogares.
FilantroNet empezó como un emprendimiento social de tres becarios de Filantropis, pero creció tan rápidamente y requería tanta atención que eventualmente Filantropis decidió manejarlo como equipo. “Me siento muy privilegiado,” explica Otoniel. “Antes cuando solo estábamos tres, no sabíamos en realidad donde íbamos a llegar con el Internet. Se empezó a accionar, pero trabajar la idea es todo un proceso. Requiere mucha responsabilidad, análisis, pensamiento crítico, y la toma de decisiones. ¡Se necesita mucha preparación para poder dirigir una empresa! Ahora me estoy dando cuenta que es una empresa total y me siento muy feliz porque es allí donde tengo la oportunidad de crecer como persona y en mi liderazgo. Filantropis me ha dado una oportunidad con el apoyo de todos.” Cada miembro del equipo de Filantropis tiene un rol importante en el negocio y Otoniel entrena otros becarios para apoyo cuando hay mucho que hacer.
En las palabras de Otoniel, “no hay ni un día que no haya retos ni resoluciones”. La demanda constante de resolver problemas de la tecnología o la electricidad, llevando las cuentas de 46 clientes, instalando routers, y el mercadeo son retos diarios que mantienen el equipo muy ocupados. La construcción de la tercera torre es la aventura más reciente de FilantroNet. Construirlo no fue fácil; los arquitectos y albañiles tenían que escalar una montaña con todos sus materiales cada día. La esperanza es que la torre extienda el servicio a todo Chajul, algunas aldeas, y hasta Cotzal, abriendo muchas oportunidades para clientes nuevos. Otoniel sabía que fue mucho para intentar, pero dijo, “¿Si siempre están los retos, por qué no debo enfrentarlos? A veces mis sueños me dan miedo, pero entre más miedo me dan, más quiero descubrir qué hay dentro de mis sueños.”
Actualmente, FilantroNet distribuye Internet ilimitado a casi todas las asociaciones en Chajul y varios negocios principales. “La empresa tiene mucho impacto social porque apoyamos a las personas, por ejemplo padres de familia que tienen hijos que están estudiando y asociaciones que tienen proyectos sociales. Tenemos un enlace con ellos: apoyamos a las asociaciones, mientras ellos apoyan a los jóvenes y estudiantes de Chajul y otras personas.” Una base de cliente que FilantroNet espera apoyar ahora son familias con seres queridos emigrados a otros países. Otoniel dice que la idea salió de un comentario que les hizo un cliente que usa FilantroNet para mantenerse en contacto con sus hermanos en los Estados Unidos. Ella recuerda los días cuando de repente el Internet se cortaba, los datos se acababan en medio de una llamada, y hasta las llamadas no interrumpidas eran de baja calidad. Con FilantroNet, se siente dichosa y bromea, “ahora no puedo quedarme sin Internet por un solo segundo!” A Otoniel le encantan estos comentarios. “Esto nos dice que, sí, nuestros clientes están satisfechos. Estoy seguro que estamos beneficiando a las familias que son nuestros clientes.” FilantroNet no solo facilita el éxito escolar de estudiantes y el apoyo comunitario de asociaciones, está manteniendo la unidad de familias tras las millas.
El próximo reto grande para FilantroNet será la competición con empresas grandes que están llegando al área. El proveedor internacional de Internet y llamadas, Claro, ha empezado a proporcionar Internet ilimitado a familias en Nebaj, unos 30 minutos de Chajul. “Si está en Nebaj, seguro que pronto viene para Chajul,” dice Otoniel. El equipo está preparado con una lista de estrategias para agregar valor a su servicio, por ejemplo baterías para las fallas de energía, contratos flexibles y especializados para diferentes tipos de clientes, una promesa de servicio para 24 horas para resolver problemas, y lo más importante, servicio en el idioma materno de la comunidad. Otoniel y el equipo de Filantropis tomarán este reto un paso a la vez, mismo como todos los otros. “Tengo sueños grandes con el Internet, aunque haya retos o haya competencia, pero ya me gustó. Ya me enamoré del proyecto.”